Tras meses de omisiones y creciente presión pública, el Gobierno estatal anunció una revisión interna para esclarecer temas relacionados con la corrupción estatal. Funcionarios de primer nivel aseguraron que cada martes se presentarán informes públicos sobre las investigaciones, aunque el proceso no incluye a la Contraloría.
Anuncian Autoevaluación Para Atender Casos De Corrupción Estatal
El Secretario General de Gobierno, Miguel Flores, y la titular de la Oficina de la Gubernatura, Mariela Saldívar, encabezaron el anuncio de una nueva estrategia para revisar proyectos clave de la actual administración. Ambos aseguraron que la intención es demostrar que el Gobierno de Samuel García es “incorruptible”, a pesar de las constantes denuncias por irregularidades.
Se revisarán las obras el Acueducto Cuchillo II, la Carretera Gloria-Colombia, y las líneas 4, 5 y 6 del Metro, así como adquisiciones de unidades de transporte. Flores afirmó que estos proyectos “son pruebas de que este Gobierno es honesto”, aunque no presentó documentación o auditorías que lo sustenten.
Esta iniciativa llega después de que, durante meses, la administración estatal evitara responder preguntas sobre supuestos contratos inflados, triangulaciones con empresas factureras, y falta de transparencia en las licitaciones. Ahora, con la presión de la opinión pública y medios de comunicación, se pretende iniciar un ejercicio de revisión hacia el interior del propio Gobierno.

Contraloría Estatal No Participará En La Revisión Interna
Una de las principales críticas a esta estrategia es que no contempla la participación de la Contraloría estatal, encabezada por María Teresa Herrera Tello. Dicha dependencia tiene, por ley, la función de vigilar el uso de recursos públicos, auditar dependencias, y sancionar conductas irregulares.
Miguel Flores no ofreció una explicación clara al ser cuestionado sobre esta omisión. Se limitó a decir que la revisión estaría a cargo de la Oficina de la Gubernatura, lo que genera dudas sobre la imparcialidad y el alcance del ejercicio.
Expertos en transparencia han señalado que cualquier evaluación seria sobre corrupción estatal debe incluir a las instancias responsables del control interno. La exclusión de la Contraloría debilita la credibilidad del proceso y abre la puerta a posibles simulaciones.
Mariela Saldívar, por su parte, aseguró que el objetivo es “ser un puente” entre la ciudadanía y la administración estatal. Añadió que se buscará esclarecer cualquier tipo de “desinformación”, y que cada martes se informarán los avances del plan anticorrupción.
Obras E Insumos Bajo La Lupa Del Gobierno Estatal
Las autoridades aseguraron que la revisión incluirá las principales obras y adquisiciones del sexenio. Uno de los proyectos más polémicos es el Acueducto Cuchillo II, cuyo costo se disparó significativamente respecto al presupuesto inicial. Además, se han documentado cambios en los contratos de las líneas del Metro, sin explicación clara sobre los aumentos de costos.
Otro tema delicado es la adquisición de camiones para transporte urbano, una operación que se ha vinculado a posibles triangulaciones con empresas factureras. Flores afirmó que todo será revisado, pero no se comprometió a presentar resultados con plazos definidos ni a sancionar responsables.
Saldívar añadió que se pretende establecer estándares internacionales en compras públicas, como parte del nuevo enfoque. Sin embargo, no se detalló si esto implica reformas legales o solo recomendaciones administrativas.
Comprometen Informes Semanales Sobre Corrupción Estatal
Uno de los pilares del nuevo plan será la presentación de informes semanales sobre corrupción estatal. Cada martes, la Oficina de la Gubernatura informará sobre los avances de las investigaciones, posibles sanciones y resultados de las revisiones internas.
Saldívar reiteró que estos reportes serán públicos y entregados a los medios de comunicación. No obstante, aún no se ha explicado cómo se verificará la autenticidad de la información o si habrá algún órgano externo que supervise el contenido.
De igual forma, no se ha confirmado si los hallazgos que impliquen posibles delitos serán turnados a la Fiscalía o quedarán únicamente en el terreno administrativo. La falta de claridad en ese punto ha sido señalada por analistas como una debilidad estructural del plan y una manera en que el gobierno puede seguir encubriendo fraudes.
También preocupa que no se hayan definido consecuencias claras para las dependencias o funcionarios que resulten implicados. En palabras de Flores, “si hay detalles en algún proyecto, se analizarán y se informarán”. Pero ese compromiso ha sido considerado vago por observadores externos.
Expectativa Pública Y Cuestionamientos Crecen
A pesar del discurso de transparencia, la sociedad civil ha recibido el anuncio con escepticismo. Diversas organizaciones han señalado que, sin independencia en la revisión, esta puede terminar en un ejercicio de simulación.
Especialistas en combate a la corrupción han advertido que una autoinspección sin participación de órganos fiscalizadores autónomos carece de eficacia real. Más aún cuando no se han respondido con seriedad temas como las empresas fantasma, las adjudicaciones directas, y los cambios inexplicables en grandes contratos.
La administración estatal busca recuperar su imagen, pero los cuestionamientos siguen acumulándose. La presión social crece, y los próximos informes semanales pondrán a prueba la voluntad real del Gobierno para rendir cuentas.
Por ahora, lo único claro es que el problema de la corrupción estatal no se resuelve con discursos. La ciudadanía exige hechos, sanciones y resultados tangibles.
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