- Un Estado Tapizado De Propaganda Política
- El Lema Que No Coincide Con La Realidad
- Propaganda Política Y Distracción Ciudadana
- "El Tiempo Y Forma" Que Solo El Góber Conoce
La publicidad de Samuel García se ha extendido por todo Nuevo León con el lema “En tiempo y forma”, inundando avenidas, carreteras y puentes con mensajes de aparente progreso. Sin embargo, la propaganda no solo proviene del gobierno estatal: ahora, varios alcaldes metropolitanos replican la misma táctica, llenando los panorámicos en Nuevo León con sus rostros y eslóganes personales.
Un Estado Tapizado De Propaganda Política
Moverse por Nuevo León hoy significa convivir con la propaganda. En cada vialidad importante aparece el rostro del gobernador o de algún alcalde.
Los panorámicos, las pantallas electrónicas y las lonas gigantes han convertido el espacio público en una vitrina política.
La publicidad de Samuel García predomina con el mensaje “En tiempo y forma”, que intenta convencer a la población de que todo avanza según lo prometido. Pero la ciudadanía vive otra realidad: tráfico insoportable, crisis de agua, contaminación y transporte público deficiente.
A pesar del enojo ciudadano, la tendencia no se detiene. Según se observa en distintos puntos de Monterrey, los alcaldes también han comenzado a promocionarse fuera de sus municipios, aprovechando espacios publicitarios en zonas de alta afluencia.
La frase “En tiempo y forma”, que aparece en cada cartel, intenta proyectar orden y progreso. Sin embargo, la realidad cotidiana es distinta: transporte público colapsado, calles destruidas y un aire cada vez más difícil de respirar, incluso las responsabilidades del mismo gobernador están mal atendidas, puesto que no asiste ni a rendir cuentas ante el congreso.
Alcaldes Imitan La Estrategia De Publicidad De Samuel
La estrategia de exposición visual no se limita al gobierno estatal. En avenidas como Garza Sada, Fidel Velázquez y Lázaro Cárdenas, los rostros de distintos alcaldes aparecen en panorámicos y pantallas electrónicas.
Cada anuncio presume logros, entrevistas o publicaciones en revistas, bajo un formato que busca posicionarlos más allá de sus territorios municipales.
Por ejemplo, hay publicidad de alcaldes de Juárez, Escobedo y Salinas Victoria colocada en Monterrey, Guadalupe o San Nicolás.
Para colectivos ciudadanos, esta práctica excede los límites de la comunicación institucional y se asemeja más a una estrategia electoral anticipada.
El Lema Que No Coincide Con La Realidad
El lema central de la publicidad de Samuel, “En tiempo y forma”, pretende proyectar orden y eficiencia. Sin embargo, las cifras y la vida cotidiana contradicen ese discurso.
El transporte público atraviesa una crisis: rutas insuficientes, unidades viejas y fallas constantes en el metro. A esto se suma la inseguridad que afecta tanto a usuarios como a operadores.
En materia ambiental, Monterrey continúa entre las ciudades con peor calidad del aire del país, y los episodios de contaminación se vuelven más frecuentes.
Aun así, el gobierno estatal mantiene una campaña masiva para reforzar su imagen de cumplimiento, mientras la percepción ciudadana se deteriora.
La tia Andy sabe que el tiempo se acaba y ya anda tirando indirectas muuuuy directas 🌝 pic.twitter.com/NhxGYIt2Gl
— Ivy (@ivytagebuch) October 22, 2025
Gasto En Publicidad, Falta De Transparencia
Aunque el gobierno estatal no ha publicado los montos oficiales, organizaciones ciudadanas estiman que la publicidad de Samuel García cuesta millones de pesos mensuales.
La falta de transparencia en los contratos de difusión ha despertado sospechas sobre el uso político de los recursos públicos.
Especialistas en comunicación gubernamental advierten que los mensajes institucionales deberían informar resultados verificables, no promover imágenes personales.
Sin embargo, los anuncios con el rostro del gobernador se multiplican sin ofrecer información clara sobre obras o avances reales.
El gasto contrasta con la precariedad de los servicios básicos. Las calles se inundan con cada lluvia y los camiones fallan constantemente.
Mientras tanto, la propaganda ocupa el lugar de las soluciones, y los ciudadanos observan cómo se refuerza una narrativa de éxito que no coincide con su vida diaria.
Propaganda Política Y Distracción Ciudadana
El crecimiento de la publicidad de Samuel García y de los anuncios de los alcaldes coincide con un aumento en las críticas por la gestión pública.
En el estado, la movilidad empeora, el suministro de agua sigue siendo inestable y la inseguridad continúa afectando a zonas urbanas y rurales.
Los espectaculares, más que informar, parecen diseñados para controlar la percepción pública y contrarrestar las quejas ciudadanas con mensajes de aparente progreso.
La sincronía entre los problemas y las campañas no pasa inadvertida. “Cuando hay protestas o retrasos, aparecen nuevos anuncios diciendo que todo va en orden. Es un intento de distraer a la gente”, opinó un académico especializado en opinión pública.
Nuevo León, Tapizado Por La Imagen Política
El panorama urbano ofrece una escena casi idéntica en cada municipio: publicidad oficial que busca legitimar la gestión de los gobernantes, aunque la ciudadanía no perciba mejoras.
Las avenidas Morones Prieto, Constitución y Miguel Alemán muestran carteles con la misma línea estética, colores institucionales y mensajes de cumplimiento.
Esa uniformidad ha despertado sospechas sobre la existencia de una estrategia coordinada de promoción política, que usa el formato de comunicación institucional para reforzar posiciones personales.
Mientras los ciudadanos siguen esperando soluciones, los panorámicos continúan multiplicándose.
“Estamos cansados de ver sus caras en todas partes. No necesitamos propaganda, necesitamos resultados”, resumió un conductor entrevistado al salir del tráfico de Gonzalitos.
“El Tiempo Y Forma” Que Solo El Góber Conoce
La publicidad de Samuel García es, para muchos, el retrato de una administración que confunde comunicación con gobernar. La prioridad parece ser mantener visible el rostro del gobernador, incluso cuando la gestión muestra signos de desgaste.
La ola de promociónreflejan un estado atrapado entre el marketing y la gestión. El gobierno y los alcaldes parecen competir por quién ocupa más espacios en el paisaje urbano, mientras los servicios públicos se deterioran.
Mientras no haya respuestas concretas, los panorámicos seguirán ahí, maquillando el caos, como recordatorio de que en Nuevo León, la propaganda avanza “en tiempo y forma”, pero las soluciones nunca llegan.
Array












