El problema de las obras inconclusas de Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) vuelve a colocarse en el centro de la discusión pública. Esta vez, el Municipio de San Nicolás de los Garza tuvo que tomar cartas en el asunto y destinar recursos propios para resolver lo que la paraestatal dejó a medias: la reparación del drenaje sanitario en la calle Sierra de Guadarrama, ubicada en la Colonia Francisco G. Sada.
Vecinos de este sector llevaban meses padeciendo malos olores, hundimientos y riesgos sanitarios por la falta de atención del organismo estatal. Frente a esta situación, el alcalde Daniel Carrillo anunció el inicio de los trabajos, con una inversión municipal de 3 millones de pesos, que incluyen no solo la rehabilitación integral del drenaje, sino también el diseño de canales pluviales para evitar futuras afectaciones.
La decisión refleja un patrón preocupante: mientras AyD concentra quejas por su ineficiencia, son los municipios quienes deben absorber los costos y enfrentar el enojo de la ciudadanía, que ya no encuentra respuestas en el Gobierno estatal.
▶️ Auto cae en una zanja ocasionada por trabajos que Agua y Drenaje llevan sin terminar desde hace dos meses. 🚧
— Milenio Monterrey (@MilenioMty) June 29, 2025
📹 Especial pic.twitter.com/0JIBQCaYaN
Vecinos afectados por aguas negras
Las obras inconclusas en la Colonia Francisco G. Sada no solo son un problema técnico, sino también un asunto de salud pública. De acuerdo con testimonios recabados por el propio municipio, los habitantes han tenido que lidiar durante meses con aguas negras, olores insoportables y hundimientos en la carpeta asfáltica.
El alcalde Carrillo explicó que la falla en la infraestructura del drenaje sanitario deterioró las condiciones del pavimento y convirtió la vialidad en un foco de riesgo. “No se trata únicamente de una molestia menor, sino de una afectación directa a la calidad de vida de los vecinos, que enfrentan diariamente olores fétidos y peligro de accidentes por los hundimientos”, señaló.
La molestia de la población se agravó porque, pese a los constantes reportes a AyD, la paraestatal nunca acudió a reparar de fondo el problema. Esto obligó a que el gobierno municipal interviniera, aun cuando el contrato colectivo de la paraestatal establece que son sus trabajadores quienes deben realizar estas tareas.
El costo de reparar lo olvidado
La inversión de 3 millones de pesos que San Nicolás destinará a la obra cubre una rehabilitación integral que abarcará desde Sierra Nevada hasta Montes Apeninos. El proyecto incluye la sustitución de tuberías dañadas, la reparación de hundimientos y la construcción de canales pluviales que permitan mejorar el flujo de agua en temporada de lluvias.
El compromiso del municipio es entregar la obra antes de diciembre, una meta que busca dar tranquilidad a los vecinos antes de que termine el año. Sin embargo, el costo económico no deja de ser significativo. Estos recursos, que bien pudieron destinarse a proyectos propios del municipio, ahora se invierten en corregir un problema generado por la inacción de AyD.
La situación ha generado críticas hacia la administración estatal encabezada por Samuel García, a quien se le cuestiona por no intervenir ante la falta de resultados de la paraestatal dirigida por Juan Ignacio Barragán. En opinión de los vecinos, resulta incongruente que, mientras se destinan créditos millonarios a AyD, sus obras sigan sin concluirse y sean los municipios quienes terminen resolviéndolas.
Un patrón de abandono en AyD
El caso de San Nicolás no es aislado. En distintas zonas del área metropolitana se han multiplicado las denuncias por obras inconclusas de AyD. Pozos abiertos, zanjas abandonadas y alcantarillas destapadas son parte del paisaje urbano en colonias de Monterrey, Guadalupe, Apodaca, Escobedo y Santa Catarina.
En cada ocasión, el argumento de la paraestatal se centra en la falta de recursos o en la complejidad técnica de los trabajos. No obstante, la realidad que enfrentan los ciudadanos es muy distinta: vialidades dañadas, riesgos sanitarios y accidentes derivados de la falta de mantenimiento adecuado.
Este patrón de abandono refleja una falta de planeación que pone en entredicho la eficiencia del organismo. Mientras AyD insiste en que las obras forman parte de proyectos de largo plazo, los vecinos exigen soluciones inmediatas, ya que son ellos quienes deben convivir a diario con los problemas.
Municipios como salvavidas: el caso de San Nicolás
La intervención de San Nicolás confirma una tendencia en la que los municipios actúan como salvavidas frente a los fallos de AyD. Aunque no es su responsabilidad directa, los gobiernos locales deciden invertir recursos propios para no dejar desprotegida a la ciudadanía.
El caso de Sierra de Guadarrama se convierte en un ejemplo claro: una obra que debió ser atendida por la paraestatal fue finalmente asumida por el municipio, que se ve obligado a reorganizar su presupuesto para cubrir la omisión estatal.
Esta dinámica plantea una pregunta de fondo: ¿hasta qué punto los municipios seguirán absorbiendo los costos de la ineficiencia de Agua y Drenaje? Mientras no haya un cambio estructural en la operación de la paraestatal, el escenario apunta a que más ayuntamientos tendrán que destinar fondos a reparar lo que otros dejaron inconcluso.
Array