La polémica en torno al gasto en redes sociales del Gobernador de Nuevo León, Samuel, y de su esposa, Mariana, volvió a encender la discusión pública y política en la entidad. De acuerdo con información reciente, ambos se colocaron en el primer lugar nacional como los políticos que más recursos destinan a difundir sus contenidos en plataformas como Facebook e Instagram.
Los datos revelados indican que, solo durante el mes pasado, Samuel gastó 2.1 millones de pesos en anuncios pagados en la plataforma Meta, mientras que Mariana destinó 1.9 millones de pesos. En conjunto, la cifra supera los 4 millones de pesos en un solo mes, un gasto que no pasó desapercibido para legisladores locales, quienes exigen una investigación formal sobre el origen de estos recursos.
La crítica se centra en que, mientras el Estado enfrenta retos en materia de seguridad, movilidad, medio ambiente y servicios públicos, el Gobernador y su esposa parecen priorizar su imagen digital. Ante esto, diputados en el Congreso local solicitaron al SAT y a la Auditoría Superior del Estado (ASE) que intervengan para revisar si los ingresos personales de la pareja son suficientes para justificar semejante inversión.
Estrategia de proyección nacional y local
El gasto en redes de Samuel García estuvo enfocado en ampliar su alcance fuera de Nuevo León. Los anuncios dirigidos a entidades como Jalisco, Puebla, Guanajuato y la Ciudad de México forman parte de una narrativa que lo proyecta como figura política con aspiraciones más allá de su estado.
En contraste, Mariana Rodríguez centró su inversión en la audiencia local. Sus mensajes destacaron acciones sociales relacionadas con el DIF Capullos, instalación de lactarios, rehabilitación de escuelas y apoyo a emprendedores. El eje de su discurso fue la infancia y la atención a sectores vulnerables, buscando reforzar la imagen de trabajo comunitario.
La combinación de estas dos estrategias refleja una división de papeles: Samuel orienta su discurso al plano nacional mientras Mariana fortalece la base local.
Montos millonarios acumulados en publicidad
El debate sobre el gasto en redes de la pareja no se limita a lo invertido en agosto. Samuel García acumula ya un historial de fuertes erogaciones en publicidad digital. En cinco años, ha destinado 26.4 millones de pesos directamente desde sus recursos, más 16.4 millones en anuncios que, aunque difundidos desde su perfil, se pagaron con dinero de Movimiento Ciudadano, campañas electorales o del propio Gobierno del Estado.
A esto se suman los 47.5 millones invertidos en promoción desde la cuenta oficial del Gobierno de Nuevo León durante su administración. Con estas cifras, la comunicación digital del emecista representa un gasto sostenido que rebasa los 90 millones de pesos en total.
El Gobernador Samuel García y su esposa, Mariana Rodríguez, son los políticos que más gastaron en agosto en publicidad en Facebook e Instagram.#Entérate
— EL NORTE (@elnorte) September 3, 2025
https://t.co/9f4MkQZCW6
Reacciones y cuestionamientos ciudadanos
El gasto en redes genera opiniones encontradas. Para sus seguidores, la estrategia responde a la necesidad de mantener una comunicación directa con la población en un entorno digital que concentra a millones de usuarios. Para sus críticos, en cambio, representa un derroche injustificado frente a la falta de soluciones en temas prioritarios como movilidad, agua y seguridad.
La comparación con instituciones nacionales refuerza las dudas. Resulta llamativo que un gobernador y su esposa superen en inversión publicitaria a secretarías con responsabilidades de alcance nacional. La pregunta inevitable es si la prioridad debe estar en ganar visibilidad digital o en atender los problemas cotidianos que aquejan a la ciudadanía.
Política convertida en marketing digital al estilo de Mariana Rodríguez
El auge del gasto en redes confirma la transformación de la política contemporánea, donde la construcción de imagen se coloca en el centro de las estrategias gubernamentales. Para Samuel García y Mariana Rodríguez, Facebook e Instagram se han convertido en la vitrina principal de su gestión, desplazando otros canales de comunicación.
Sin embargo, los expertos advierten que la promoción digital difícilmente sustituye la percepción ciudadana sobre la efectividad de un gobierno. Mientras los anuncios muestran sonrisas, frases aspiracionales y proyectos sociales, en la vida diaria persisten las quejas por transporte deficiente, inseguridad y fallas en servicios básicos.
El contraste entre pantalla y realidad es, quizá, el mayor desafío que enfrenta esta estrategia de comunicación.
Array