En medio de una crisis sin precedentes, cuando Nuevo León enfrentaba casi 200 incendios simultáneos, el gobernador Samuel García hizo declaraciones alarmantes sobre detenciones relacionadas con incendios provocados en el municipio de García. Sin embargo, la realidad detrás de sus afirmaciones fue muy diferente, pues las capturas mencionadas por el mandatario correspondían a casos de enero y febrero, no a los recientes siniestros que asolaban la ciudad. La controversia se intensificó aún más cuando el gobernador presentó un video como prueba de los incendios en García, que resultó ser material antiguo, ya circulado desde febrero y correspondiente a un incidente ocurrido en el municipio de Juárez.

Falsas detenciones en medio de la emergencia
El gobernador García, mientras la ciudadanía y los bomberos luchaban por sofocar las llamas que arrasaban gran parte del estado, anunció con gran entusiasmo que las autoridades ya habían logrado detener a personas responsables de provocar los incendios. Según sus palabras, las detenciones se habían realizado en García, donde se sospechaba que los incendios fueron causados intencionalmente. Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León pronto desmintió esta versión oficial, aclarando que las detenciones que el gobernador había mencionado correspondían a hechos ocurridos en los primeros meses del año, específicamente en enero y febrero, y no tenían relación alguna con los incendios recientes.
Además, la situación se complicó aún más cuando el gobernador presentó un video en el que un motociclista aparentemente iniciaba un incendio en García. La afirmación de que este video correspondía a los incendios recientes fue rápidamente desacreditada, ya que el material había estado circulando en redes sociales desde febrero y, de hecho, mostraba un incidente ocurrido en Juárez, no en García.
A pesar de las aclaraciones por parte de la Fiscalía, el gobernador continuó defendiendo su versión de los hechos, lo que generó más dudas entre la población y los medios de comunicación. El anuncio de “detenciones” que resultaron ser ajenas a los incendios de los últimos días dejó a muchos preguntándose si se trataba de una estrategia para desviar la atención de la crisis real que se vivía en ese momento.
El video falso y la controversia
La difusión de un video que, supuestamente, mostraba a un motociclista iniciando un incendio en García provocó una gran cantidad de reacciones, especialmente porque no solo estaba mal ubicado temporalmente, sino que también servía para reforzar una narrativa que no coincidía con los hechos. El video había sido ampliamente compartido en redes sociales meses antes del brote de incendios en Nuevo León, y muchos usuarios señalaron que este tipo de manipulación de la información podría haber sido un intento de distraer a la opinión pública de los verdaderos problemas que el estado enfrentaba, como los incendios incontrolables y la mala calidad del aire.
El gobernador insistió en que este tipo de videos eran una prueba irrefutable de la responsabilidad de los delincuentes detrás de los incendios, pero la falta de pruebas reales y el hecho de que el video no tuviera relación con los hechos actuales dejaron claro que, más que una acción de justicia, se trataba de una estrategia comunicacional para tratar de controlar la narrativa. La reacción negativa de los ciudadanos y los medios de comunicación fue inmediata, y muchos pidieron explicaciones sobre la veracidad de los informes oficiales.
La crisis se agrava mientras se difunde desinformación
Mientras la población sufría la crisis causada por los incendios, con miles de hectáreas de terreno arrasadas por las llamas y el aire saturado de humo, el foco de atención del gobernador parecía centrarse más en la política y en el control de la información que en la emergencia real. La desinformación, al ser difundida desde las más altas esferas del gobierno, aumentó la desconfianza entre los ciudadanos, quienes empezaron a cuestionar las verdaderas intenciones del gobernador al comunicar los hechos de manera equivocada y apresurada.
Además, el hecho de que las detenciones que el gobernador celebró como logros recientes correspondieran a eventos pasados y sin relación con los incendios puso en evidencia la falta de acción y de respuestas concretas ante la crisis que vivía el estado. El llamado de los ciudadanos fue claro: querían respuestas efectivas sobre la gestión de los incendios y, sobre todo, exigían que las autoridades estuvieran centradas en resolver la situación en lugar de enredarse en juegos políticos y estrategias de desinformación.
El contexto de las críticas y la falta de acción
El gobernador, al verse cuestionado por la población y la prensa, intentó justificar su postura diciendo que su administración estaba actuando de manera eficiente, pero la falta de pruebas y la tergiversación de los hechos hicieron que muchos de los comentarios del mandatario se sintieran vacíos y desconectados de la realidad de los afectados. Mientras las llamas seguían avanzando, y los bomberos luchaban contra un fuego descontrolado, la sociedad esperaba medidas claras y acciones que pudieran aliviar la situación. Sin embargo, en lugar de esto, lo que se recibió fueron promesas vagas, videos falsos y declaraciones imprecisas.
Por otro lado, esta situación se sumó a la controversia por el comportamiento de la esposa del gobernador, Mariana Rodríguez, quien en pleno pico de la crisis, decidió promocionar en sus redes sociales un purificador de aire Dyson, un artículo de lujo que tiene un costo de 25,000 pesos. La promoción de este producto fue recibida como una muestra de insensibilidad, especialmente en un momento en el que los habitantes de Monterrey y otras partes del estado estaban lidiando con una de las peores crisis ambientales de la historia reciente.
¿Por qué el gobernador actúa así?
La situación dejó a muchos preguntándose sobre las verdaderas intenciones detrás de las acciones del gobernador y su manejo de la información durante la crisis. Mientras los incendios seguían su curso, y la población luchaba por encontrar soluciones inmediatas, las falsas declaraciones del gobernador y la falta de respuestas adecuadas generaron una creciente frustración entre los ciudadanos. El gobierno de Nuevo León parecía más preocupado por mantener una imagen pública y desviar la atención de los problemas reales que por dar respuestas eficaces a la emergencia.
El cuestionamiento de las acciones de Samuel García es cada vez más fuerte. La ciudadanía exige que las autoridades se enfoquen en las soluciones, que den explicaciones claras sobre lo ocurrido y que asuman sus responsabilidades. En momentos de crisis, la transparencia y la acción son esenciales, pero, en lugar de ello, lo que parece prevalecer es la manipulación de la información y la falta de claridad sobre las verdaderas causas del desastre.